Textura del Neoteno II: Axólotl
Por ANA BAÑOS
El axólotl (ambystoma mexicanum) es estudiado actualmente por biólogos y médicos para entender los misterios de la
metamorfosis, la neotenia y la regeneración. El axólotl se abre camino en la modificación del mundo humano, sobre todo en sus articulaciones de la vida y la muerte.
NEOTENIA
Los humanos tienen una condición previa, su cuerpo se estructura en un estado de neotenia permanente, esa es su esencia corporal desde que nace hasta que muere; ese déficit originario hace que el
sujeto humano esté siempre en construcción
El axólotl es el “eterno niño”, que alcanza la madurez sexual en estado larvario. Es un caso paradigmático de neotenia.
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Jean Rostand, premio nobel en
biología, comparó la neotenia del axólotl con la del hombre, ya que la especie humana nace en estado fetal y esa premadurez se sostiene a lo largo de toda su vida. Juan José Arreola, Octavio paz y Julio Cortázar escribieron sobre este tipo de salamandra conocida también como ajolote.
Axólotl es una palabra de origen náhuatl, que incluye atl, de agua yxólotl que significa monstruo. En la mitología, Xólotl es el hermano gemelo de Quetzalcóatl. Xólotl es
el dios que rehúsa la muerte. Su nombre se asocia a la dualidad, al movimiento de la vida que se manifiesta en las transformaciones a las que recurría continuamente para evitar morir.
EL MITO DEL DIOS XÓLOTL
Para los mexicas, Xólotl fue el dios de los seres, animales y plantas que crecen dobles como los gemelos. Xólotl también era el dios de los seres deformes y monstruos. Patrón del Ulama, el juego de
pelota o juego de la vida y la muerte.
Según Fray Bernardino de Sahagún, en el origen de los tiempos, tras arrojarse al fuego Nanahuatzin y Tecuciztecatl se transformaron en el sol y la luna. Los dioses notaron, asustados, que los astros
no se movían, decidieron ofrecer la vida del dios Xólotl para ponerlos en movimiento. El Aire, el verdugo, se encargaría del sacrificio.
Resultó que Xólotl se rehusaba a morir y clamó a los dioses: “Oh dioses ¡No muera yo!”. Y lloraba en gran manera que se le hincharon los ojos de tanto llorar. Llegado el momento, huyó y se escondió
en las milpas, mimetizándose con la planta de maíz de doble caña, a la que los labradores llamaron “Ajolote” (palabra próxima a “elote”). El verdugo lo divisó entre el maizal y, nuevamente, Xólotl
salió huyendo, se escondió en el magueyal donde tomó la forma de maguey de penca doble llamado “mejolote”, palabra hibrida entre “metl” de maguey y “xólotl”. Ahí también fue descubierto, corrió y se
metió al agua, donde cobró su forma de anfibio llamándose Axólotl: monstruo acuático.
Finalmente fue capturado y se le encargó condujera al Sol a través del inframundo, por la oscura noche, desde el ocaso hasta su salida cada día. En ese aspecto Xólotl se relaciona también con el
perro, guía fiel de las almas en el inframundo, lugar de la muerte por donde él pasa victorioso.
REGENERA EXTREMIDADES Y ORGANOS
El axólotl es un vertebrado, que tiene la potencialidad generativa de unas 40 mutaciones. El axólotl puede hacer una metamorfosis de animal acuático a terrestre, tiene ambos sistemas respiratorios.
Si pasa mucho tiempo en tierra, debido a una sequía, pierde las branquias, eso le permite sobrevivir.
Este anfibio también tiene una increíble capacidad para la regeneración de órganos y partes de su cuerpo mutiladas. Sus células no logran un desarrollo tisular pleno, son equiparables a las células
madre y por lo tanto pueden generar nuevas células de tejido y dividirse indefinidamente.
Es asombroso ver cómo un axólotl que ha perdido, por ejemplo, sus cuatro extremidades, las regenera completamente en poco más de un mes, lo mismo sucede con sus ojos, su cola, las branquias e,
incluso, con partes de la cabeza y del cerebro. Sus tejidos son tan “fértiles” que se los puede ver eventualmente con dos cabezas o en seis patas en lugar de cuatro. Esto pone al axólotl en el centro
de los estudios sobre el desarrollo embrionario y de las células troncales.
LA CIENCIA ABRE CAMINO ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE
El español Juan Carlos Izpisúa dirige una investigación sobre las capacidades regenerativas de los
reptiles, los anfibios, y los humanos, con la intención de aplicar las de unos en los otros, su trabajo está respaldado por la elite científica de Harvard, Stanford y el Instituto Salk, de La Jolla,
California. Su proyecto cuenta con uno de los más grandes presupuestos en los Estados Unidos por los próximos diez años.
Según Izpisúa, tanto en el axólotl como en el humano se produce el mismo mecanismo disparador para generar las extremidades, en el proceso intervienen dos familias específicas de proteínas: la Wnt y
la FGF. La diferencia estriba en que en los humanos esas proteínas dejan de interactuar en cuanto se ha completado la formación de órganos y extremidades, mientras que en los axólotl continúan
activas toda la vida, permitiendo la regeneración.
Izpisúa está convencido de que si se logra la activación artificial de los genes Wnt y FGF se podrá realizar el prodigio de la regeneración humana. No sólo de un brazo o una pierna, sino también de
órganos como el corazón, el pulmón o el hígado.
Visitar el sitio web http://regeneration.bio.uci.edu
Otros videos de interés:
“Regresa el monstruo del lago”
http://www.youtube.com/watch?v=2beCHpnSai8
Videoclip “Axólotl”
http://www.youtube.com/watch?v=M4EkB4LyfyU&mode=related&search=
“Axolotes cómo los amo”
http://www.youtube.com/watch?v=wCIeOraG1iQ&mode=related&search=
“Axolotes juguetones”
http://www.youtube.com/watch?v=OY62NwDgprY